En el mercado automotriz, las bujías Denso son reconocidas mundialmente por su calidad y durabilidad. Sin embargo, el mercado de repuestos no está exento de falsificaciones que pueden dañar seriamente el motor de un vehículo. Una de las diferencias más evidentes entre una bujía original y una falsa está en el empaque. Las originales cuentan con un diseño profesional, colores nítidos, etiquetas bien adheridas y elementos de seguridad como hologramas o códigos QR verificables. En cambio, las falsificaciones suelen tener colores deslavados, errores ortográficos y pueden carecer de hologramas o números de serie.
Otro aspecto clave es la calidad de los materiales. Las bujías originales Denso están fabricadas con componentes resistentes, presentan acabados precisos y electrodos bien alineados, mientras que las falsas muestran materiales de baja calidad, acabados toscos, bordes ásperos y, con frecuencia, un peso menor que las originales. Estas diferencias en los materiales no solo afectan la apariencia, sino también el rendimiento, ya que las bujías originales garantizan un encendido eficiente, reducen el consumo de combustible y tienen una larga vida útil, incluso en condiciones extremas. Por el contrario, las falsificaciones suelen ocasionar fallos de encendido, mayor consumo de combustible y un desgaste prematuro del motor.
Por último, el precio y el lugar de compra también son factores determinantes. Las bujías originales se adquieren en distribuidores oficiales, talleres confiables o sitios web autorizados, y su precio corresponde al rango establecido por Denso. Las falsificaciones, en cambio, suelen venderse en plataformas informales o mercados no regulados a precios sospechosamente bajos.